En vivienda unifamiliar, habitualmente se proyectan espacios con dimensiones que permiten el empleo de muros portantes como elementos de sustentación, duplicar la estructura supone un incremento de coste que no siempre está justificado. Desde hace tiempo, cuando el diseño nos lo permite, utilizamos fábrica de termoarcilla como elemento portante, a la vez que solventamos la transmisión de las cargas estructurales, incrementamos el aislamiento de la vivienda.
Si bien la fábrica de termoarcilla resulta más cara que una tabiquería tradicional de ladrillo, el empleo de una fábrica de ladrillo semimacizo como elemento estructural resulta más caro.
La termoarcilla es material cerámico obtenido de la mezcla de arcilla y componentes granulares que se gasifican durante la cocción, proporcionando una porosidad uniforme que mejora sus propiedades. Son muchas las ventajas que se le atribuyen a este material, entre ellas destacan:
- Resistencia mecánica. La estructura de celdillas resultante de la gasificación de los elementos granulares, unida al machihembrado de los bloque de termoarcilla que elimina las juntas verticales confieren una resistencia muy superior a un tabique tradicional de ladrillo.
- Buen comportamiento como aislamiento térmico y acústico gracias a la porosidad del bloque.
- Elevada resistencia al fuego.
- Buen comportamiento como barrera a la transmisión de humedad por capilaridad debido a la interrupción de los capilares por las celdillas. Teniendo en cuenta, lógicamente que la misión de impermeabilización estará encomendada al recubrimiento exterior.
- Posibilidad de empleo como muro monocapa en espesores de 29 cm o superiores, aunque nosotros no recomendamos este uso.
- Eliminación de condensaciones superficiales. Al tratarse de un material con unas propiedades aislantes superiores a un tabique tradicional, la temperatura superficial interior está más próxima a la de la estancia y la probabilidad de que se produzcan condensaciones se reduce considerablemente.
- Mayor rapidez en el proceso de construcción. Las dimensiones de los bloques de termoarcilla y su sistema de colocación permiten incrementar el rendimiento de los operarios.
Teniendo en cuenta las cualidades térmicas y el proceso de fabricación de la termoarcilla, podemos indicar que su uso racional garantiza la disminución del consumo de recursos naturales, constituyendo un paso hacia la arquitectura sostenible.