Vivienda moderna, menor coste sin renunciar a la calidad
Existe la falsa creencia de considerar que la construcción de una vivienda moderna resulta más costoso que la de una vivienda tradicional, tal vez porque equiparamos vivienda moderna a vivienda con acabados lujosos y grandes superficies; sin embargo la optimización de volúmenes y el empleo de nuevos sistemas constructivos permite reducir el coste de construcción sin mermar la calidad del producto final.
En una vivienda tradicional las cubiertas se disponen con pendiente para desalojar el agua de la lluvia, generando en el interior de la misma un incremento de volumen innecesario para el uso habitual y muchas veces obligando a reducir mediante falsos techos las excesivas alturas generadas por la inclinación de la cubierta. La aparición en el mercado de nuevos productos que permiten garantizar la impermeabilidad de las cubiertas planas con un coste de ejecución razonable, están facilitado la proliferación de viviendas con este tipo de cubiertas.
En el pasado, con la aparición del hormigón en la construcción se ha ido sustituyendo el tradicional empleo de gruesos muros de carga por pilares de hormigón y forjados, lo cual aparentemente nos daba mayor libertad de creación logrando obtener mayores luces y reduciendo notablemente la superficie ocupada por dichos muros. Sin embargo en la construcción de una vivienda unifamiliar las luces necesarias no son elevadas, lo cual nos permite emplear muros de carga de termoarcilla con menores espesores que los de antaño y mayor aislamiento térmico, a la vez que conforman la estructura de la vivienda, determinan las divisiones de la misma.
Las tradicionales cimentaciones de zapatas y vigas riostras con sus correspondientes forjados autoportantes pueden ser sustituidas por forjados sanitarios ventilados mediante el empleo de elementos de polipropileno a modo de encofrado perdido, con el consiguiente ahorro en el coste de ejecución de la cimentación.
En divisiones horizontales y elementos estructurales de cubierta, la sustitución de los tradicionales forjados unidireccionales por losas macizas de hormigón, con menor espesor y mayor aislamiento acústico nos permiten simplificar la estructura y reducir las horas de mano de obra.
El coste final de la vivienda vendrá determinado por los acabados que utilicemos. Conviene no confundir la calidad con el lujo, al igual que el empleo de una plaqueta de 150 €/m² no nos aporta mayor calidad, la instalación de videoportero, bañera de hidromasaje, doble acristalamiento o tarima de madera, a pesar de lo que digan muchos vendedores, no convierte una edificación en vivienda de lujo.