Finalizamos la construcción de una vivienda unifamiliar proyectada con muros de hormigón como elementos estructurales. Los muros han sido encofrados con tabla de pino para, una vez desencofrados, lograr un acabado visto de tabla, también denominado hormigón arquitectónico.
Hemos reutilizado la madera sobrante del encofrado para panelar algunas partes de la fachada exterior, generando paños de madera que aportan calidez al aspecto de la vivienda y eliminan la posible sensación de bunker. El empleo de elementos de naturaleza en la construcción, diseño biofílico, mejora la sensación física y emocional de sus habitantes, logrando construcciones más sostenibles.
Se ha utilizado madera de pino para encofrar sin tratar, de dimensiones 250x10x3cm, se trata de madera conífera blanda que sin tratamiento no soporta bien la intemperie, degradándose con rapidez. Para evitar su deterioro, se ha procedido a la realización de la técnica de madera quemada “Yaquisugi” utilizada en Japón durante siglos, que mediante el quemado logra una gran protección frete a la intemperie (sol, lluvia, insectos, hongos,..), garantizando una vida útil muy elevada sin necesidad de realizar mantenimientos periódicos.
El proceso seguido ha sido la quema de la madera mediante soplete, el posterior cepillado para retirar el carbón vegetal de la superficie madera y evitar que manche al contacto, en este caso se ha aplicado agua a presión (karcher) y finalmente se ha tratado mediante un barniz al agua. El resultado final es un acabado de madera oscuro con vetas y nudos muy marcados, el grado de oscuridad de la madera dependerá del tiempo de quema, una madera más oscura requerirá un mayor tiempo de quemado y logrará una mayor protección de la misma.
Esta técnica de madera quemada es un proceso artesanal que hemos utilizado para reutilizar la madera del encofrado. En la actualidad este proceso se ha industrializado mediante la introducción en el mercado de la madera termotratada, el proceso consiste en someterla a una elevada temperatura, próxima a su temperatura de combustión, provocando cambios en la estructura interna que mejoran la resistencia frente a la intemperie, logrando una mayor durabilidad.
El proceso de termotratado de la madera normalmente se realiza con maderas blandas (pino, abeto, fresno, abedul, arce, haya, …), mejorando las propiedades que estas especies no poseen, por ello se trata de maderas económicas, y el proceso de termotratado no las encarece significativamente, resultando maderas económicas que permiten su instalación en exterior.
En numerosas ocasiones se descarta el uso de madera en exteriores para evitar mantenimientos y por una cuestión de coste, el empleo de maderas termotratadas o quemadas es una opción que permitirá mejorar la sostenibilidad de nuestras construcciones sin encarecerlas ni esclavizarnos con el mantenimiento.