“La losa de cimentación tiene que tener un mínimo de 40 cm”, ¿y eso por qué?, “es un acuerdo al que hemos llegado con las compañías aseguradoras”.
Este es mi último encontronazo con mis estimadas OCT, uno más de una larga lista. No os cuento nada que no sepáis, si os dedicáis a este enrevesado mundo de la arquitectura. Resulta que después de pasarnos un montón de años en eso a lo que indecentemente llaman “escuela” de Arquitectura, no voy a decir cuántos, después de mil escollos en el camino, estos son pocos si los comparas con los que te queda por encontrar en el mundo profesional, en el mundo real. Los conocéis, a saber, el colegio de arquitectos, los seguros profesionales, los promotores, los ayuntamientos y demás organismos oficiales con competencias… pero hay uno que me irrita especialmente, las OCT.
Los responsables de todo siempre somos nosotros, eso por descontado, que la fuerza nos acompañe el día que tengamos un problema serio, mientras tanto imploremos a quien haya que hacerlo para que esto no ocurra. Pero siendo así me pregunto a santo de qué me tiene que decir el modo en que hay que hacer las cosas un técnico de una oficina de control técnico, cuya contratación se convierte en obligatoria en determinados casos, cuando ni el técnico ni la oficina de control van a asumir ningún tipo de responsabilidad, y más aun utilizando argumentos como “es un acuerdo al que hemos llegado con las compañías aseguradoras”. No se me ocurre una forma más descarada de ningunear y desacreditar a todo una profesión.
Es la pescadilla que se muerde la cola. Después de terminar un proyecto, después de la lógica y lícita pelea con el promotor para llevarlo a buen puerto, llega la parte burocrática, también lícita, los controles a que debe ser sometido el proyecto para llevar a cabo la ejecución del mismo. Para eso está el visado colegial, el primer control que debe pasar todo proyecto, también obligatorio y también sin asumir dicho colegio ninguna responsabilidad, pero esto daría para otra reflexión, y para esto está el trámite de la licencia municipal en el ayuntamiento, cuando no es necesaria la intervención de algún otro organismo (diputación, Xunta, carreteras, costas, patrimonio…) y para eso hay una dirección facultativa, con un director de obra, un director de ejecución y un coordinador de seguridad y salud, que son los que sí asumen responsabilidades, y para eso están los ensayos que se deben realizar durante las distintas fases de la obra. Así que la pregunta es, en base a que está legitimada una oficina de control para controlar a la dirección facultativa, cuando se trata de una entidad privada y cuando no asume ningún tipo de responsabilidad, y aún más, si esto es así, por qué no hay una oficina de control técnico que controle a las oficinas de control técnico, vamos un trabalenguas.
En definitiva hemos permitido que nos ninguneen, lo hemos permitido tantas veces que ya nos hemos acostumbrado, y están a punto de volver a hacerlo, el plan Bolonia… ¿También vamos a permitirlo esta vez?