Una adecuada ventilación entre las tejas y su soporte evitará condensaciones, garantizando la protección frente a la humedad y evitando el deterioro prematuro del aislamiento. Asimismo en épocas estivales dicha ventilación evitará la acumulación de calor bajo las tejas y por tanto el consiguiente sobrecalentamiento del interior de la edificación, mejorando de este modo el rendimiento energético del edificio.
Existen piezas especiales para el remate de la cubierta en los aleros que facilitan esta ventilación y resuelven estéticamente el encuentro. En el mercado se distribuyen diversos modelos que resuelven este detalle; en la vivienda fotografiada, la ventilación se ha resuelto mediante la disposición de un “peine alero” distribuido por un fabricante de tejas. La teja se instala apoya sobre una placa de fibrocemento, ventilando el espacio entre esta placa y el aislamiento.